No te pierdas esta memorable experiencia que combina la principal zona arqueológica de Oaxaca y dos de los pueblos artesanales más emblemáticos
Nuestro recorrido comienza en Monte Albán, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes e impresionantes de todo México. Fue el principal asentamiento de la cultura zapoteca entre los años 500 a.C. y 800 d.C., y los arqueólogos calculan que su población máxima fue de unos 50.000 habitantes. Se encuentra en lo alto de una colina que domina la actual ciudad de Oaxaca. Su guía bilingüe le explicará su importancia histórica, su auge y su posterior declive. Te acercarás a sus antiguas plazas, tumbas y a las tres estructuras ceremoniales más importantes: la Plataforma Sur, el Gran Juego de Pelota y el Edificio de los Danzantes. Tendremos tiempo para pasear y hacer fotos en la gran plaza de este complejo monumental.
De ahí visitaremos uno de los pueblos artesanales más impresionantes de la región, San Martín Tilcajete. Este pueblo tan colorido conserva la artesanía de figuras de madera tallada y pintada, más conocidas como “alebrijes”. Estos fantasiosos objetos se tallan en madera de copal, y los artesanos los decoran con pinturas naturales como la cochinilla y el añil. En esta visita aprenderemos de los maestros artesanos el proceso de tallado de los alebrijes, la decoración a mano de los símbolos y el significado de éstos en la cosmovisión zapoteca. Podrá observar el proceso, hacer preguntas y, por supuesto, tendrá la opción de comprar objetos directamente a los artesanos.
Si los alebrijes te encantaron, espera a que lleguemos a nuestra tercera parada: el pueblo de Santa María Coyotepec. El pueblo de Coyotepec tiene un aire mágico y su gente se caracteriza por ser acogedora y amable. Aquí los artesanos se dedican a la alfarería negra, una artesanía con muchos siglos de antigüedad en la que cada pieza de cerámica representa símbolos decorados a mano. Conoceremos el proceso de elaboración de la cerámica de barro negro, desde la recogida de la arcilla, única en esta región, hasta el moldeado a mano y el pulido. Te sorprenderá saber que los artesanos de San Bartolo Coyotepec utilizan herramientas muy rudimentarias para pulir y decorar cada pieza hecha a mano.
Podrá observar el proceso, hacer preguntas y, por supuesto, tendrá la opción de comprar objetos directamente a los artesanos.